8 de marzo: «día de la mujer»: de la mujer con Autoestima, que se quiere y se respeta a sí misma. Que se conoce, que quiere superar sus defectos y potenciar sus virtudes.
De la mujer que como se respeta, respeta a los demás, que mira a los hombres y mujeres como iguales, sabiendo que el otro me complementa, que me aporta cosas que yo no tengo, que piensan diferente y que en esa diferencia está la riqueza del encuentro. Que el arte del encuentro no se trata de intentar colonizar al otro, ni cambiarlo a mis deseos, si no respetarlo y crecer juntos, aprendiendo uno del otro.
Mujer que respeta a sus iguales, las mujeres. Que permite que las demás brillen, que saquen su mejor lado, que las ve como posibles amigas, compañeras, confidentes…no las ve como rivales, ni como competencia, porque «hay hombres y trabajo para todas», cabemos todas y cada una aporta su medicina al mundo.
Mujer que elige si quiere ser madre o no, porque este rol, requiere una libre elección de nuestra parte y un buen compañero/a o familia, que ayude y colabore a cada momento. Criar a nuestros hijos acompañadas, pidiendo ayuda y dejándonos ayudar, no vivir solas este rol tan importante, también es nuestro derecho y el del bebé, sentir una red de apoyo y sustento alrededor, le traerá paz y seguridad. No nacimos solamente para ser madres, cada mujer tiene el derecho de examinarse a fondo si quiere serlo o no, porque de esto dependerá también, que nuestros hijos sean felices, libres y con Autoestima.
Mujer que se anima a romper estereotipos. Porque confía en sí misma, se anima a probarse, no se conforma con los «no puedes o no podrás», se supera a sí misma, supera a las mujeres de su familia, va más allá, con coraje y humildad.
No tenemos límites, podemos y debemos ser lo que queramos.
Tantos años de sufrimiento, de miedo, de vivir a la sombra, creyéndonos menos, inferiores, débiles, que solo nacimos para casarnos, limpiar la casa, cocinar y criar hijos, pertenecen al pasado. Nosotras tenemos que superamos, como todo en la vida, requiere una actualización y en las personas pasa por el autoconocimiento y la AUTOESTIMA.
Lamentablemente el lugar donde nacimos, nos condiciona.
Es responsabilidad de todos, deberíamos querer ayudar para que estas sociedades retrógradas sigan su evolución y que todas las personas del mundo, tengamos más o menos los mismos derechos y oportunidades.
El hombre no es nuestro enemigo ni las demás mujeres son «competencia», nadie tiene «enemigos» si confía y se respeta a sí mismo, va por la vida con confianza y alegría, haciendo el bien dentro de sus posibilidades. No se somete a nadie y no pide ser obedecida.
De una mujer plena y feliz, pueden nacer hijos sanos emocionalmente y por lo tanto, buenos ciudadanos. El cambio que necesitamos. No tenemos límites mujeres, vamos a por todas.
Gracias a los hombres por complementar nuestra energía y enseñarnos otras maneras de ver y hacer las cosas y a nuestras iguales, las mujeres.