autoestima

Curso de Autoestima.

El 18 de octubre en la cañada, Paterna, comienza el curso de Autoestima para personas mayores de 21 años, con ganas de regalarse a sí mismos la oportunidad de:

. Quitarse etiquetas que le pusieron los demás.

. Re- construir su autoconcepto desde la objetividad y el amor propio.

. Poner límites y decir NO, sin culpa.

. Aprender a quererse y respetarse.

. Aprender a ponerse como prioridad, vivir en el presente y mucho más.

Escanea el QR para tener toda la información. Si estás leyendo esto, es porque es para tí.

Si quieres apuntarte ya o tienes dudas, espero tu mensaje con mucho gusto: 651 594 631.

psicología

«Querida mamá»

Querida mamá:

Ya soy madre como tú y te pido ayuda. Ayuda para que me regales tus consejos, esos que aprendiste criandome a mí y funcionaron para las dos.

Permiso para que veas con buenos ojos, que no repito las cosas tal cual tu las hiciste y me apoyes en esos cambios tan necesarios.

Yo necesito siempre tu cariño. No importa si ya soy madre, necesito tu aprobación, que me veas tal cual soy ahora y te sientas orgullosa de la mujer en la que me he convertido.

Quiero que sepas que con mi hijo intentaré subsanar lo que yo siento que me faltó o hizo daño como hija, pero no es un desprecio hacia tí, no quisiera que te sientas herida por esto.

Lo hago para sanar nuestra familia, para no seguir repitiendo patrones familiares que nos han traído dolor, también es fruto de como me enseñaste, a no rendirme y a seguir buscando mejorar como persona.

Querida mamá: Hoy te digo : Gracias!

Soy el resultado de tus luces y de tus sombras y del resto, ya me ocupo yo.

Gracias por haberme dado la vida y enseñado todo lo que pudiste.

Haré algo bueno con lo que me has dado.

Por tí, por las abuelas y todas las mujeres de la familia, liberamos a mi hijo de nuestra historia.

psicología

La soledad. ¿Tienes miedo a estar contigo mismo a solas?

Hacernos buena compañía.

Uno de nuestros objetivos debería ser aprender a estar solos.

Y sentirnos a gusto con nuestra propia compañía, «no tenernos miedo».

No tener miedo a que «se nos caigan las paredes encima» cuando estamos solos. De hecho el objetivo es no sentirme solo, pues en realidad, no lo estoy. Estoy conmigo mismo.

Lamentablemente a veces, pagamos cualquier precio, por no estar solos. Nos aferramos a relaciones que ya no nos hacen felices, nos atamos a personas o situaciones que ya no tienen nada bueno para aportarnos. Parece que el objetivo principal, es evitar el encuentro conmigo mismo a toda costa.

¿En qué momento te transformaste en tu peor enemigo?

Porque solamente se puede querer evitar y pasar tiempo a solas a un enemigo, a un «monstruo», a alguien que nos puede hacer daño.

¿En qué momento dejaste de ser una buena compañía para tí mismo y elegiste llenar ese vacío con otras personas?

A estas alturas de la lectura puede que estés conectando con un sentimiento de injusticia contigo mismo. Sin dudas. Mucho debes haberte fallado para evitarte a toda costa.

O quizás aún no hayas conectado contigo mismo, simplemente por miedo y por ignorancia, por costumbre.

La buena noticia es que sí que puedes quedarte a solas contigo mismo y aprender a disfrutar de ese espacio tan necesario.

Aprendiendo a quererte, a confiar en tí mismo, a tratarte con respeto y compasión.

No puedes evitarte más, te estás faltando el respeto. Con paciencia y confianza, puedes empezar a tener estos reencuentros contigo mismo, sin asustarte, descansando y haciendo las cosas que te gustan hacer.

A veces tenemos miedo de «bajarnos de la rueda del hámster», nos da miedo parar porque ahí puede aparecer de lo que estás huyendo. La buena noticia es que una vez que enfrentes a tus «demonios» comprobarás que no son tan grandes ni devastadores como imaginabas, todo lo contrario. Se harán mucho más pequeños y ya no tendrán el control de tu vida.

Es importante también saber relacionarnos con los demás, todo con un delicado equilibrio.

No busco a los demás porque me estoy evitando, ni evito a los demás y por eso estoy solo.

Un delicado equilibrio, como todo en la vida tenemos que buscar.

Soy mi mejor amigo a solas, me cuido, me atiendo, procuro mi bienestar y también sigo siendo yo mismo cuando voy al encuentro con los demás.

Me nutro del encuentro con el otro, permito ese intercambio de aprendizajes y puntos de vista tan enriquecedores y vuelvo a mí mismo, reforzado y renovado.

La cita más importante e ineludible es contigo mismo.

Permítete conocerte, haz las paces contigo mismo y los demás.

¡Tienes mucho que ganar!