Querida mamá:
Ya soy madre como tú y te pido ayuda. Ayuda para que me regales tus consejos, esos que aprendiste criandome a mí y funcionaron para las dos.
Permiso para que veas con buenos ojos, que no repito las cosas tal cual tu las hiciste y me apoyes en esos cambios tan necesarios.
Yo necesito siempre tu cariño. No importa si ya soy madre, necesito tu aprobación, que me veas tal cual soy ahora y te sientas orgullosa de la mujer en la que me he convertido.
Quiero que sepas que con mi hijo intentaré subsanar lo que yo siento que me faltó o hizo daño como hija, pero no es un desprecio hacia tí, no quisiera que te sientas herida por esto.
Lo hago para sanar nuestra familia, para no seguir repitiendo patrones familiares que nos han traído dolor, también es fruto de como me enseñaste, a no rendirme y a seguir buscando mejorar como persona.
Querida mamá: Hoy te digo : Gracias!
Soy el resultado de tus luces y de tus sombras y del resto, ya me ocupo yo.
Gracias por haberme dado la vida y enseñado todo lo que pudiste.
Haré algo bueno con lo que me has dado.
Por tí, por las abuelas y todas las mujeres de la familia, liberamos a mi hijo de nuestra historia.